Páginas vistas

viernes, 14 de octubre de 2011

Algas

Kaysa llegó de repente.  No sabía ni de dónde había salido, ni en que momento, pero me alegró verla.  Estaba demasiado ocupado vigilando las algas eléctricas como para fijarme en sus movimientos. Cuando la segunda descarga eléctrica estaba a punto de producirse una flecha la atravesó. Me quedé atónito. Había disparado una flecha inyectada en fuego. La miré con los ojos bien abiertos. Tenía en sus manos un poderoso arco. Se movía con mucha agilidad.
Las demás algas reaccionaron al impacto de sus hermanas. Empezaron a moverse con rapidez y a atacarnos por todos lados.  Eran demasiadas. La pequeña náyade era veloz, pero no tanto como para poder con todas. Yo no podía tocarlas porque me daban fuertes calambrazos. Mis poderes estaban tocados, no entendía por qué pero no podía usarlos. Me movía hacia la derecha, después hacia la izquierda. Nadaba dando vueltas. En el agua mi agilidad era mayor, incluso mi velocidad era más grande. El problema radicaba en que no sabía si iba a poder seguir ese ritmo durante mucho tiempo.
Me acerqué a la náyade lo máximo que pude. Cuando estaba a tan solo un metro de distancia, las algas se movieron con más furia que nunca. Era demasiado complicado esquivarlas. En un movimiento rápido, Kaysa me tiró su arco. Yo no sabía que hacer con él, nunca había disparado una flecha. La miré preocupado, ahora ella se había quedado desprovista de armas.  Pocos segundos después, su cuerpo comenzó a brillar y a expulsar un tipo extraño de electricidad, su brazo se alargó, y de el nació un nuevo arco. Si no fuese porque estaba siendo atacado, me quedaría totalmente boquiabierto. Un nuevo brote de alga se acercaba hacía mí. Quería atacarme. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

El blog se alimenta de vuestros comentarios!! Muchas Gracias!!!