Páginas vistas

miércoles, 12 de octubre de 2011

Torbellino

Cuando nos sumergimos, pequeñas explosiones de luz se produjeron en el pecho de Kaysa. Sus ojos se abrieron y cerraron rápidamente. Se alejó de mis brazos. Un remolino de agua nació a su alrededor. Todo se movía con tal armonía que parecía un melodioso recital.  Poco a poco despertó.
Desprendía una energía tan desbordante que nos contagió a todos. Nos sonrió agradecida y enseguida se fue al fondo del calabozo. Empezó a buscar algo. La acompañamos, pero nos quedamos mirando. No sabíamos que hacía, ni que debíamos hacer nosotros.  Al fin, llegó al hueco por donde salía el agua. Era muy pequeño, su cara denotaba preocupación. Se quedó pensando unos segundos. Empezó a girar sobre sí misma otra vez. Se acercó al insignificante agujero. Lo tocó con un pie mientras seguía girando. Debido a la presión y al movimiento rápido, el agujero inició su extensión. Era mágico ver aquello. Cuando hizo un agujero medianamente aceptable, paró de girar. El agua comenzó a salir con más violencia. Se inundó toda la estancia en cuestión de segundos. Cuando el agua dejó de tener espacio para expandirse, se formó un gran torbellino. Los anillos que lo formaban eran poderosos. Nos empezaron a arrastrar hacia ellos. No teníamos donde sujetarnos. La presión ejercida era demasiado grande. Nos vimos arrastrados con violencia hacia el fondo. Empezamos a girar. La cabeza me daba mil vueltas. Me sentía como si me cayese al precipicio. El torbellino nos succionó hasta que nos adentramos en el agujero.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

El blog se alimenta de vuestros comentarios!! Muchas Gracias!!!