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miércoles, 6 de julio de 2011

Un alma nueva

El medio- hombre sonreía con malicia al ver mi sufrimiento. Intenté levantarme, aunque mis rodillas y mi alma estuviesen rotas por el dolor que me producían aquellas imágenes. No podía dejar que eso pasase, debía evitarlo a toda costa.
Con decisión me puse enfrente de él. Levanté la mano despacio, para después moverla a una velocidad vertiginosa. Conseguí coger los dos lienzos ante la sorpresa del hombre. Pero lejos de enfadarse, sonrió otra vez. Le miré desafiante. Tenía los lienzos en mi poder. Me puse a mirarlos con atención, sí, eran ellas, no cabía ninguna duda. Sin darme tiempo a guardarlos o destruirlos, se desvanecieron ante mi.
El medio-hombre soltó una carcajada que se propagó por  todo el espacio vacío. Después me miró fijamente, y empezó a murmurar unas palabras en voz baja. Como respuesta a eso, me quedé totalmente inmóvil, no tenía ningún poder sobre mis músculos. Cuando comprobó que efectivamente no podía hacer nada, se dio la vuelta. Levantó los brazos lentamente  y empezó una invocación. Las almas perdidas del carruaje empezaron a gritar desesperadamente. Tal era la intensidad del sonido que un leve hilo de sangre recorrió mi oído.
Cuando terminó su invocación se giró hasta que nos quedamos cara a cara.  En los brazos llevaba el cuerpo de una chica de unos catorce años aproximadamente. Estaba muy mal herida y luchaba por su vida.  El monstruo la depositó en el suelo y empezó a hacer otra invocación. Luces brillantes empezaron a salir de la chica. Él, puso la mano a la altura de su cabeza y la luz se intensificó. Duró tan solo unos instantes, la chica no tenía las suficientes fuerzas para luchar contra él. Cuando dejó de salir luz de ella, la cúpula de la carroza se encendió. Empezó a absorber toda la luz y el cuerpo de la chica se quedó sin vida. Cayó al suelo y se convirtió en cenizas. Cuando la cúpula dejó de brillar, una nueva alma apareció entre los barrotes.
De mis ojos salían lágrimas por la impotencia. Aquel monstruo la había matado delante de mí. Yo no había hecho nada. Estaba hechizado para no moverme. Le miré con odio, y vi como un insecto salió de su boca. Lo atrapó con la lengua y se lo llevó a la boca otra vez. Después de eso, me miró con satisfacción y me señaló el suelo. Los dos lienzos habían vuelto a aparecer. Soltó una nueva carcajada y se fue hacia el carruaje, dejándome inmóvil.

3 comentarios:

  1. Hola Katia, todo lo que vas escribiendo sigue una cronología, orden? o lo vas escribiendo a diario?
    Me gustan, te iré siguiendo.

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  2. Hola! Muchas gracias por tu comentario!
    Es un cuento continuo que crece cada día un poquito :) , empieza en el primer post que se llama "Años sin salir a la luz", cada día evoluciona con un nuevo post.. y terminará... a saber!!! :) , quedan muchas aventuras por descubrir! , Gracias por seguirme y espero que sigas soñando y viajando por el bosque. Un saludo!

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  3. Hola Katia, gracias por tu explicación. Te iré siguiendo, es un placer poder leer algo tan fresco y que actualizas a diario. Enhorabuena una vez más.
    Un saludo.
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